El arte tiene un sinnúmero de formas, facetas y épocas pero va más allá de un pincel, lonas y esculturas. El arte en Quito se pinta en la piel y se lo dibuja con historias.
El ir al teatro puede ser común para muchos y aburrido para otros pero el juego de la escarcha en los labios, el brillo de las lentejuelas en el vestido y las plumas en el cabello hacen que el arte cobre vida sobre un escenario casero e improvisado en donde las ganas de dar a conocer el arte no tiene límites porque cuando se apagan las luces comienza el show y entre risas y lágrimas el protagonista cobra vida y todos aplauden.
Esto se lo vive en el teatro Drag del que pocos aprecian y muchos desean, porque no todos pueden tolerar ver a un hombre vestido de mujer por más que éste lo haga por pasión al arte, porque que en cada mirada emite libertad y con cada palabra muestra respeto. Es por ello que digo que el arte es uno solo y puede ser manifestado en palabras, pinturas y piel.