He leído con mucho detenimiento las Cartas a la Redacción en las que quieren motivar al Dr. Borja a que apoye con sus ideas a desenredar la madeja política del siglo XXI.
No, no y no Dr. Borja, niéguese tres veces como san Pedro negó a su Maestro. Los que no aprendieron democracia con usted en su Gobierno, no tienen derecho a aprender a dilucidar lo bueno y lo malo de una revolución a todas costas, acelerada sin motivo, impertinente, imprudente, malcriada e irrespetuosa con los hombres ilustres que han gobernado a la patria.
Las guasas al Dr. Osvaldo Hurtado, al Arq. Sixto Durán Ballén son el resultado de mi comentario; aunque ellos hayan cometido errores en sus administraciones, eso a nadie le da derecho a lanzar sarcasmos y menos a los helenos sabios que momentáneamente están en el poder. Solo la historia tiene el derecho a juzgarlos.
Con mucho respeto me atrevo a decirle, Dr. Borja, utilice sus letras, su pasión de escribir en redactar libros que orienten a los jóvenes de las universidades del mundo: a vivir en democracia, a pensar cómo escoger a sus gobernantes, a instruirse cómo ser buenos padres y buenos hijos, a ser humildes y saber vivir con las modestias de nuestros abuelos que tenían muy poco, pero que nos daban mucho de su sabiduría y compartían la sal, el pan y el vino en una sola mesa como en los tiempos del Hijo del Hombre; y, por último, con muchisísimo más respeto, regale sus libros por Internet para que no pequen de ignorancia los conocidos ordinarios.