Alejandro Domínguez, titular de la Conmebol, anuncia que desde 2019 la final de Copa Libertadores será a partido único, en estadio neutral. Su terquedad le hace ignorar que en Sudamérica no hay poder adquisitivo ni medios de transporte fiables, que permitan a los hinchas llegar fácilmente a otro país para ver un partido. Su terquedad solo alimenta su obsesión por parecerse lo más que se pueda a Europa, a la UEFA. Dice que el torneo y los clubes tendrán más ingresos con una final única. Ese es justamente el factor común de tantos disparates en el fútbol: la plata.
Sr. Domínguez, por qué no va donde una familia humilde de Sudamérica, en la que el padre hace un gran esfuerzo por ir con su hijo al estadio y les dice que ahora, si su equipo es finalista y quieren ir a verlo, deberán pagar también transporte, hospedaje, etc. O donde los vendedores de banderas, camisetas y demás artículos y les dice que ya no podrán laborar afuera del estadio de su ciudad cuando haya final y por tanto ya no percibirán ingresos básicos para subsistir. Pero eso sí, que se queden tranquilos porque los equipos y la Confederación que usted “europeizadamente” maneja, recibirán más plata.