Con el inconsulto y desmesurado incremento de afiliados, la atención médica en el Seguro va desmejorando día a día. Ahora, los genuinos aportantes, ya no podemos solicitar una cita todos los días, sino que, irónicamente… “con el fin de recibir un mejor servicio”, solo disponemos de tres días a la semana para acceder al call center, para luego de incontables y torturantes intentos, escuchar siempre la misma odiosa y trillada respuesta: “Disculpe, pero este momento no hay disponibilidad…”.
Me pregunto: ¿No resultaría más fácil y económico grabar esta lacónica y aborrecible frase, en vez de contratar recepcionistas que repiten como “papagayos” lo mismo de siempre? o que para, si “estamos de mucha suerte” nos “otorguen” una cita para después de uno, dos, tres y hasta cuatro meses?, es decir, cuando el enfermo ya está enterrado o en el mejor de los casos, curado.
Lo lógico sería que, si se duplica o triplica el número de beneficiarios, se incremente, en la misma proporción, el número de médicos tratantes; pero aquí ocurre lo contrario, puesto que muchos médicos están renunciando a sus cargos, debido a la ampliación de sus horarios y a sus bajas remuneraciones.
Y, asómbrense aún más, cuando el paciente logra hacerse un examen de cualquier tipo y solicita los resultados mecanizados para consultar con un médico privado, le ponen dificultades, en vez de facilitarle de inmediato, despejando así esta avalancha de gente que, por falta de recursos, se ve obligada a utilizar este funesto servicio.