Respetables ciudadanos, mujeres y hombres, niños y niñas, jóvenes y ancianos israelitas, por medio de esta carta deseo ofrecerles una profunda disculpa. Soy un ciudadano ecuatoriano que respeto el sistema democrático y a las autoridades de mi país, sin embargo no estoy de acuerdo con la ligereza en la respuesta emitida por el presidente Rafael Correa sobre el atentado de la AMIA.
La comparación sobre ese atentado y los bombardeos de la OTAN sobre Libia resulta insultante, debido a que los bombardeos de la OTAN a Libia fueron para proteger a la población civil de una masacre dispuesta por un tirano que pretendía eternizarse en el poder y por esa causa no le importó masacrar a la población civil y militar que no estaba de acuerdo y que en varias ocasiones ofreció una propuesta de salida pacífica; ya conocimos el desenlace de ese nefasto gobierno.
Por otra parte un grupo de terroristas puso un coche bomba en la sede de la Asociación Mutual Israelita Argentina cuya explosión dejó un saldo de 300 heridos y 80 muertos; su motivación, según la Fiscalía de Argentina, fue la venganza por la decisión de no continuar con el programa de transferencia de conocimiento nuclear entre Irán y Argentina.
En el primer caso la OTAN pretende defender a la población civil mientras que en el segundo caso un grupo de dementes atenta contra la población civil. Ante esta ligereza, reitero como ciudadano ecuatoriano que soy, mi disculpa formal a la comunidad judía en el mundo.