Así se tituló la carta del lector Raúl Córdova Avilés (10-12), quien nos recordó las palabras del presidente José María Velasco Ibarra, cuando le impuso una condecoración al genial Raúl Andrade. Córdova pretende inducir a creer en un Velasco defensor a ultranza de la libertad de expresión. Veamos la realidad. En “Presidentes del Ecuador” (Revista Vistazo, 1996), Simón Espinosa, dijo: 1) Al señalar los pasivos del segundo velasquismo, “sobresalen (…) la represión a la prensa y a los adversarios (…)”. 2) En lo atinente al tercer velasquismo: “(…) Ponce le fue útil a Velasco que necesitaba de un ministro enérgico e inteligente, pero también le causó dolores de cabeza con la teoría de que el Gobierno tenía facultades implícitas y el pueblo sólo derechos potenciales, y con la clausura de los diarios “El Comercio” y “Últimas Noticias” y de “Radio Quito”, todos del grupo de la familia Mantilla (…)”. Hay que sumar que Jorge Mantilla Ortega fue privado de su libertad por cierto tiempo. Así pues, en cuestiones de hechos históricos hay que ser objetivos y veraces.