Nuestro país está pasando por una situación muy delicada. Sea que estés a favor o en contra de las políticas de este Gobierno, hay algo que es indiscutible: durante este gobierno, la sociedad y las familias (¡la base de la sociedad!) se han visto divididas. Cada uno ha tomado su posición radical sin escuchar los argumentos de los demás y sin respetarlos. La libertad de opinión es de todos, de todos los que están en contra y los que están a favor del Gobierno.
El Gobierno debería cambiar su actitud ofensiva, agresiva y separatista, su indescifrable socialismo del siglo XXI. La decadencia del comunismo y socialismo en el mundo se debe a que no respeta el esfuerzo del hombre trabajador, sino que menosprecia su trabajo al regalar o “repartir” su ganancia a los que no se esfuerzan igual que uno. Esto deriva en reducir el entusiasmo de la sociedad por sobresalir y mejorar (ya que no brinda réditos).
Por esto me rebelo contra este socialismo del siglo XXI, con burgueses funcionarios privilegiados, lleno de amenazas y políticas devastadoras. Lastimosamente, no puedo participar físicamente en las manifestaciones pacíficas en las que los verdaderos ciudadanos ecuatorianos han sido partícipes, pero desde lejos apoyo dichas manifestaciones. Sigamos adelante defendiendo nuestros derechos, que nos devuelva la democracia y volvamos a ser un país unido que siempre fue llamado ‘Isla de paz’. Ante todo no olvidemos los tres conceptos fundamentales de la convivencia: paz, amor y tolerancia. Juntémonos todos en oración, todos los días, para que en nuestro país viva la paz. ¡Que Dios bendiga al Ecuador!