Cuando los gobiernos necesitan dinero, elevan los precios de la gasolina y del gas o suben el IVA. En Colombia, el IVA es del 16%.
En el Ecuador los salarios son altos, las tarifas de luz y teléfono son bajas, los productos de la canasta básica y las medicinas están exentos del IVA, el Biess otorga préstamos hipotecarios y quirografarios.
El discurso opositor afirma que el Gobierno necesita plata y que no hay información real de la situación económica. Afortunadamente, hay información y análisis independientes. Por ejemplo, hay un informativo macroeconómico de la PUCE. Este año dejaron de entrar al país 2 400 millones de dólares por la baja del precio del petróleo.
Es normal que el Gobierno ecuatoriano tenga un déficit presupuestario. La deuda pública es manejable, del 33%, mientras que la española es del 98%. Este año habrá una desaceleración de la economía, como en todos los países de América Latina, pero el FMI afirma que el Ecuador crecerá más del 1%, mientras que el promedio de la región será más bajo.
El 40% del fondo de pensiones que el Gobierno debía entregar al IESS este año, según la anterior ley, representa USD 1 100 millones, que el fondo no necesita porque tiene un superávit.
La nueva ley obliga a que cuando el fondo tenga déficit, el Gobierno lo debe cubrir. Por eso, las pensiones jubilares en Ecuador son altas, no se han recortado y nadie ha dejado ni dejará de recibirlas este año ni más adelante.
El Gobierno ecuatoriano puede recortar las inversiones que lo han caracterizado: 1. La inversión social en hospitales, centros de salud, escuelas y centros de desarrollo infantil. 2. La inversión en infraestructura para el desarrollo de la economía nacional, como carreteras, puentes, puertos y aeropuertos. Se harán menos obras, pero serán más de las que hacían otros gobiernos.