Es muy respetable que este grupo Diabluma pelee por los derechos del toro y de los animales, para ellos es una manera de valorar a la naturaleza. Sin considerar a la dignidad del hombre como superior a los animales y las plantas, me pregunto: ¿Si todos los seres vivos pertenecemos a la misma naturaleza y por ser seres vivos tenemos, según este grupo, los mismos derechos, por qué no se respeta y se lucha con ese mismo ahínco por el derecho a nacer de los niños, a no ser aniquilados en el seno o, -poniéndolo en términos taurinos, «ruedo» materno-? No tiene mucha coherencia, no puedo entender cómo se puede luchar por el maltrato al animal y, aceptar y apoyar el aborto, que es el asesinato infantil.