Ante la preocupante inseguridad en la que los ecuatorianos estamos sumidos, surgen las famosas UPC creadas con la supuesta finalidad de “proteger” a los ciudadanos de los frecuentes asaltos, violaciones, atracos, secuestros, homicidios, etc. Lastimosamente estos estamentos, de a poco, se han ido reduciendo. Cito como ejemplo aquel que, hasta hace poco, existía en el Parque Inglés, donde la ola delincuencial es imparable. En la actualidad la UPC se ha ido a otro sector (La Concepción), quedando tan solo una vieja y destartalada casona que, la mayoría del tiempo, permanece cerrada y que, según ellos manifiestan, se debe a la falta de personal. Esta situación resulta inadmisible pues, como es obvio, ante una llamada de emergencia la respuesta tarda mucho en llegar.
Sabemos, además que se ha creado un “chat de vecinos del sector” pero, si alguno de ellos llama a pedir información, los uniformados se molestan, le responden en forma displicente e inmediatamente proceden a eliminarlo del chat. Esto ocurre, seguramente, porque el personal, a más de escaso, no está debidamente preparado para inter-relacionarse con el público que es quien paga sus salarios.
Confiamos en que las autoridades solucionen, de manera inmediata, este tipo de anomalías que ocurren dentro de los límites de nuestro suelo patrio y que en poco o nada contribuyen a velar por la seguridad de sus habitantes.