Cientos de compatriotas han ido perdiendo paulatinamente sus trabajos, desconociendo las verdaderas razones de sus despidos. Según las autoridades, incluyendo a nuestro Presidente, unos salieron por ineficientes, otros por corruptos. No se lo ha dicho oficialmente, pero según conocidos, los habrían despedido hasta por tener apellidos pelucones, así no lo sean.
Por otro lado, regresa a nuestro querido país un ex Vicepresidente que no ha justificado, hasta ahora, cómo se trasladaron miles de dólares de una cuenta estatal a una privada. El señor Dahik vivía como pelucón en Costa Rica, está enjuiciado y si bien toda persona es inocente hasta que se demuestre lo contrario, no ha explicado qué pasó con el dinero de gastos reservados y, aun así, goza del beneplácito del Mandatario.
Estoy seguro que más de un ecuatoriano que ha salido despedido en estos últimos años, por el sólo hecho de no ser miembro de Alianza País, pudo haber votado por el actual Presidente, dudo mucho que el
Ec. Dahik lo haya hecho, por las reconocidas diferencias ideológicas. Resulta cierto el refrán popular: “Nadie sabe para quién trabaja”.
A pensar bien para las próximas elecciones.