Desorden el centro histórico capitalino

Existe por parte de la gente del Centro Histórico de la ciudad, el buen afán de que las personas regresemos y visitemos sus lugares. Pues bien; voy a narrar el doloroso evento que pasamos mi familia y yo un último día sábado.
Luego de ingresar a la calle Espejo desde la Guayaquil, se aprecia un verdadero lupanar callejero; que continúa hasta la Flores y al tratar de ingresar a la Junín, nuestro objetivo se ve frustrado pues, un par de estas grotescas prostitutas inician una gresca entre sí y aprovechando el relajo un ladrón de raza afroecuatoriana roba a una persona de la tercera edad que transitaba por el lugar y lo despoja de su dinero; sometiéndole en el suelo, con una ausencia total de autoridades de control municipal o policial. Hasta aquí el relato.
Autoridades, tomen cartas en el asunto, esto es; enfrenten con actitud valiente y no electorera el cuidado de nuestro Centro Histórico. Eliminen definitivamente la grotesca venta del cuerpo femenino en las calles a la luz del día o en la oscuridad de la noche; que da un aspecto penoso y de la peor calaña. Dispongan un lugar de concentración para que las mesalinas ejecuten su negocio .
Pongan en forma permanente agentes de control , para que lo narrado no se vuelva a repetir; esto ahuyenta a cualquier turista y los días feriados que son los que más visita la gente; pongan más agentes del orden, que sí los hay.
A ustedes como autoridades cuando visitan la ciudad les maquillan estos lugares. Pónganse el traje de habitante común normal y comprueben el verdadero caos moral que se vive en el centro de la ciudad y en forma particular en el sector descrito.

Suplementos digitales