Desinformación pública

Causa risa la respuesta del ministerio de la propaganda ante su evidente intento de tergiversar la entrevista con Human Rights Watch.
Ante la protesta del organismo de derechos humanos, no solo retiran la  publicación del diario oficialista El Ciudadano, sino que culpan a la entrevistadora del medio público por sacar de contexto todas las declaraciones del Sr. Alvarado, o sea que la periodista se lo inventó todo, de cabo a rabo y que nada de lo que se dijo allí fue lo que dijo el funcionario. ¿Hasta dónde puede llegar esta campaña de desinformación pública? El Gobierno quiso demostrar que su acoso a la prensa privada tiene el apoyo de organizaciones internacionales de derechos humanos y en el afán por sostener una obvia mentira, hace otro papelón internacional.

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