Se dice que el desarrollo de un pueblo se mide por la educación de sus habitantes, entonces no comprendo cómo la mayoría de ciudadanos está inconforme, sobre todo los jóvenes, con lo sucedido días atrás, en la área de educación superior.
Yo, como estudiante universitaria, me siento a favor de lo realizado, puesto que, en estos últimos años he sido testigo de cómo un sector tan importante como es la educación, se ha convertido en negocio de pocos y ha venido a incrementar el grado de mediocridad profesional, tomando en cuenta las notables excepciones.
Y es por esto, precisamente ahora, cuando la situación en la que vivimos, nos exige formarnos de una manera más íntegra tanto en lo académico, como en lo humano, para en el futuro poder contribuir de forma activa con el país que soñamos, dejando de lado el facilismo que lamentablemente nos caracteriza y transformar nuestra realidad, en un presente prometedor. Para lograr este cambio debemos empezar por nosotros, tomar conciencia de nuestras decisiones, y optar siempre por algo de calidad, por una educación de calidad, que luego nos permita colaborar de forma precisa y oportuna por el desarrollo de nuestro amado país.