La Secom lanzó un producto titulado “Si esta fuera una dictadura #ElCorazónEstáDictando”. Como mujer que ama las libertades, considero que cualquier defensa de una dictadura es una afrenta a la democracia, una degeneración de la política. Frases como “…hace poco yo creía que un dictador era un tirano”, son una invocación a defender los actos imprudentes del Presidente, quien con su personalidad incontinente se pone pico a pico con viandantes, estudiantes o cualquiera que le exprese su descontento. El Ecuador en el que creo es un Estado democrático. Cualquier insinuación a una dictadura me ofende y debería ofender a todos. Rechazo la utilización miserable de sensibilidad humana, de tiernas imágenes de niños, de la invocación al amor para un fin execrable como de una “dictadura buena”.