Es demagogia no tocar los combustibles

Vuelve a discutirse si deben o no revisarse los precios de los combustibles. Unos abiertamente defienden la actualización de su precio, pero otros, por razones estrictamente políticas, opinan que debe mantenerse congelado.

Según cifras disponibles al momento, los subsidios destinados por el Gobierno Central para varios propósitos, llegarían nada menos que a USD 3.400 millones, de los cuales la mitad corresponderían a gasolina, diésel y gas, aclarando que el subsidio a la gasolina beneficia casi exclusivamente a los sectores de mayores ingresos, pues los estratos pobres no disponen de vehículos ni para su trabajo, peor para su movilización, en tanto que las familias de capas altas cuentan con un carro para cada uno de sus miembros y menos del 10% de la población del Ecuador dispone de un medio de transporte propio.Por lo señalado, sostener el criterio de que no puede incrementarse el precio de los combustibles, porque ello afectaría a la población de menores ingresos, es errado y demagógico, por lo cual solo el diésel destinado al transporte pesado y el gas de uso doméstico deberían ser subsidiados, con lo que los USD 1.700 millones que se ahorraría el Estado servirían para mejorarlos servicios de salud y educación pública.

La revisión propuesta no puede, obviamente, aplicarse en forma precipitada, si no pausada, pero permanente, hasta llegar a equiparar los precios internos de las gasolinas con los de Colombia y Perú, con el propósito de acabar con el contrabando, pues éste se terminará con medidas económicas y no policiales, como hoy.

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