De las tres principales contaminaciones, la acústica es la única que puede ser erradicada o por lo menos disminuida, si existe decisión política y deseo de servir al pueblo. El ruido provocado por explosiones de pólvora, mal uso de amplificadores, resonadores en vehículos, perros mal entrenados o abandonados y otras fuentes de ruido ocasionados por gente prepotente o inculta debe terminar para bien de la gran mayoría de los ecuatorianos.
Lamentablemente las autoridades que deben tomar en serio esta agresión no funcionan, a nivel del Ministerio del Ambiente o de entes provinciales, municipales y parroquiales.
Existen suficientes funcionarios que simplemente no aplican las leyes y regulaciones vigentes a pesar de los reclamos de la ciudadanía comprometida con el buen vivir.
La Policía que en la actualidad es ” es altamente ineficiente” en el control del ruido provocado se la debe comprometer para que en las calles impida la circulación de vehículos con resonadores, con altavoces a altos volúmenes. La Policía y los bomberos deben hacer efectiva la prohibición de manipular la pólvora y su mal uso por elementos que no tienen respeto por la población trabajadora que quiere vivir en paz.