Desde hace varias semanas, alguien abrió unas zanjas que cruzan en su ancho la ruta que para ciclistas y peatones, circula alrededor del parque La Carolina. Esas zanjas interrumpen el rodaje normal de las bicicletas, pues estas caen al hueco al pasar por allí, así mismo representan un riesgo para quienes trotan o caminan y lo que es peor, interrumpen bruscamente el desplazamiento de aquellas personas con capacidades especiales y que tienen que usar una silla de ruedas. Son zanjas que definitivamente no son del Quito que queremos. ¿Qué esperan las personas encargadas del mantenimiento del parque para cubrir esas zanjas? Cabe recalcar que ahora cuesta hasta el parqueo en La Carolina. En qué emplean ese dinero pregunto yo, y para ello dejo algunas opciones: a) ¿Para completar algunos sueldos? b) ¿Para otras obras fuera del parque? c) ¿Para completar el presupuesto de las vías al NAIQ? ¿Para ser usado en el mismo parque pero aún no saben en qué? e) Ninguna de las anteriores. Tratando de usar de manera correcta el diminutivo como nos recomienda la señora Susana Cordero, preguntitas nomás son.