En días posteriores a la realización del concierto de Metallica en Quito, una reseña del evento y una caricatura se refieren a los “problemas” que este concierto habría ocasionado a la ciudad y en especial de los vecinos del sector del Bicentenario. Es importante reiterar en el gran beneficio económico y promocional que un evento de esta naturaleza trae a la ciudad y también sería deseable que la prensa destaque el inmenso esfuerzo de logística, recolección de desechos, seguridad y movilidad que desplegó el Municipio de Quito en coordinación con el Ministerio del Interior. El concierto se desarrolló en absoluto orden al interior de la zona designada, más de 2 400 efectivos garantizaron la seguridad, el Municipio proporcionó alternativas de movilización, al día siguiente tanto el lugar del concierto como los alrededores estuvieron limpios, el público evacuó el lugar en menos de 30 minutos y en orden. Es imposible pretender que un evento que congrega a más de 40 000 personas en un solo lugar se desarrolle sin inconvenientes y no afecte a la vida cotidiana de la urbe, pero el balance es sin duda positivo.
Si un evento de esta magnitud y características se vuelve a desarrollar en Quito hay lecciones aprendidas a implementar, pero creo necesario y justo destacar el balance positivo que deja el formar parte de los grandes circuitos artísticos internacionales. El concierto de Paul McCartney en Quito el 28 de abril, gracias al apoyo que el Municipio del Distrito Metropolitano ha brindado, será una nueva oportunidad para posicionar a la ciudad internacionalmente, ofrecer espectáculos de alto nivel artístico y dinamizar la economía de la ciudad.