La concepción universal de Seguridad Social ha llevado a que cada país establezca en sus legislaciones el derecho que le asiste a todo trabajador o empleado para acceder a beneficios básicos que satisfagan los estados de necesidad, cuando por enfermedad, accidente o muerte lo requieran. Por tanto, el Estado debe establecer determinadas políticas sociales y económicas que garanticen y aseguren tales asistencias.
La Seguridad Social adquiere gran relevancia a partir de 1948, como parte integrante de la Declaración de los Derechos Humanos.
El Sistema de Seguridad Social, como conjunto orgánico de protección, con la afiliación obligatoria para cada trabajador y empleador de carácter económico contributivo y administrado por el IESS.
En esta ocasión solo me referiré al Subsistema de Pensiones, que tiene por objeto la cobertura de las contingencias de invalidez, vejez, muerte y mortuoria, y al Subsistema de Salud, cuyo objetivo es garantizar a los afiliados la atención médica oportuna e integral y cubrir las indemnizaciones diarias que le corresponden conforme lo establecido en la Ley del IESS y sus Estatutos.
El financiamiento y el presupuesto de cada uno de estos dos subsistemas son autónomos; sin embargo, con violación constitucional y legal se ha malversado los fondos del Subsistema de Pensiones para cubrir el déficit del Subsistema de Salud debido a la enorme extensión de esta prestación de 3 millones de afiliados a más de 7 millones de usuarios sin que para ello se cuente con las respectivas aportaciones.
A lo que se añade la eliminación del 40 % de aporte al IESS del erario público, que por ley estaba obligado a cubrir. En tal razón, los estudios actuariales y los análisis de expertos en la materia, revelan que los recursos privados entregados a la administración del IESS están en situación deficitaria y de quiebra.
No hay derecho para aceptar tales ineficiencias, arbitrariedades y desafueros, cuyas derivaciones los aportantes sufriremos las consecuencias y quedarán desprotegidos nuestros hijos y los hijos de estos. Alguien debe dar la cara y rendir cuentas sobre la ineficiencia e ilegalidad de su de su gestión.
La acción de control le corresponde a la SBSS. Exijamos resultados y sanciones. “El sistema de gobierno más perfecto, es aquel que produce mayor suma de felicidad posible y mayor suma de Seguridad Social ….” (Simón Bolívar, discurso de Angostura, 15 de febrero de 1819).