La libertad de prensa es un derecho, no es una dádiva del gobierno de turno, no se implora, se defiende. Lo que acaba de ocurrir con El Universo, sus directivos y con Emilio Palacio es un aleve y cobarde ataque a los derechos y libertades. Los ecuatorianos democráticos que amamos a nuestra patria lo rechazamos por írrito, inmoral y porque repugna a la conciencia de quienes creemos en la justicia.
Ahora más que nunca los ecuatorianos debemos enarbolar la bandera de la libertad y defender nuestros derechos cueste lo que cueste. Rechazamos con firmeza el totalitarismo, el abuso y la prepotencia, venga de donde venga. Al miedo, al amedrentamiento y al terror hay que enfrentarlo. ¡Viva el Ecuador libre y democrático!