Hace una semana salí del nuevo aeropuerto y tuve los siguientes problemas: 1. La luz se iba cada 5 minutos, lo cual hacia que el check-in de los pasajeros se vuelva una pesadilla eterna. Aun si sabes usar las máquinas para hacer el check-in electrónico por tu cuenta, estas también dependen de la corriente eléctrica y del sistema, así que de todas maneras no se resuelve el problema. Se crean largas filas frente a los counters y es muy incómodo ya que hay poco espacio en el hall, mucho menos que en el viejo aeropuerto.
2. Siempre gracias a estos cortes de luz en los filtros de migración tampoco procesan a los pasajeros ya que por seguridad ya no pueden solo sellar los pasaportes sino que deben ingresar tus datos en la computadora, pero si no hay luz, no hay sistema, y si no hay sistema… te toca esperar que regrese. Yo tuve suerte; esperé solo 8 minutos, pero me han dicho que a veces se demoran mucho más…
3. Cuando finalmente llegas a las salas de espera o “gates” descubrí que no existe un sólo teléfono público y tampoco un lugar donde comprar una recarga para tu celular. Me pregunto cómo hacen los turistas que no tienen celular o servicio de roaming. Lógicamente quien proyectó el aeropuerto era tan inteligente que no consideró la eventualidad de una emergencia y de colocar teléfonos públicos para los usuarios.
4. Siempre gracias a los cortes de luz, los almacenes en el área de los gates están en tinieblas y no pueden vender nada. Para comprar una cola durante un corte de luz, el pobre vendedor me pidió que por favor le pagara con sueltos, ya que sin luz no funciona la caja y por ende no te puede dar vuelto. Y lógicamente no puede hacer facturas, pero vende igual.
Que chévere es ser ciudad grande ¿no?