Causa indignación, extrañeza y estupor atestiguar el teatro levantado por las prefecturas de Pichincha y Sto. Domingo de los Tsáchilas por el tema del cobro de peajes, quieren poner tres peajes cuando con sólo los rompe velocidades de Alluriquín, Tandapi y San Antonio puestos solo para vender cañas, ralentizan el tránsito enormemente, más aún los fastidiosos peajes. Con un tránsito medio de 12 000 vehículos diarios y en feriados hasta se quintuplica, un trayecto de 1:45 minutos en 130 Km., se vuelve de ¡5 horas!, Inaudito. Quieren las prefecturas sacar dinero a trompicones. Salomónicamente deben, como modelo de gestión, poner un peaje estratégicamente situado, que lo gestionen ambas prefecturas, cobrando una sola vez, repartir el fondo y dar mantenimiento, poner en esos 3 pueblos pasos peatonales y sacar los rompe velocidades vende cañas, impostergablemente ampliar la vía en los 28 Km de Sto. Domingo y renunciar a las pretensiones financieras desmesuradas. Lo demás es una pelea de cangrejos.