Increíble pero cierto. Nuevamente he leído en un artículo la barbaridad que sostiene que “la mujer puede hacer con su cuerpo lo que quiera”, y esta deberá ser su decisión.
Pero vayamos por partes. Todo lo que se ha pronunciado sobre el aborto en enciclopedias, diccionarios y otros textos, es negativo. Está enfocado como un punto contrario, indebido, no deseado, malogrado, frustrado. Por consiguiente la decisión que permita llegar a este acto es abominable. Rompe los condicionamientos humanos y particularmente femeninos, como dadoras de vida, porque las lleva a eliminar el fruto de sus entrañas. Claro porque “la mujer puede hacer con su cuerpo lo que quiera”. ¿En dónde queda entonces el amor maternal, la responsabilidad?