No podría ser el término más oportuno de decepcionante lo que actualmente estamos viviendo en nuestro país. El Gobierno se llena la boca diciendo que con la revolución ciudadana estamos cada día mejor y permite que extranjeros ingresen a nuestro país a instalar sus negocios propios o sucursales de empresas transnacionales y que lo único que están haciendo es explotar y perjudicar a los ciudadanos de mi patria. En días pasados sufrimos en carne propia con el despido intempestivo de un miembro de mi familia, reconocida profesional experta en importaciones y exportaciones, por parte de una empresa administrada por extranjeros. Pero lo peor de todo es que se van en contra de la ley, ya que la persona en mención está en periodo de lactancia y con todos sus papeles en regla; ella sufrió el despido solo por el pecado de tener una hija lactante y salir como dice la ley 2 horas antes del horario establecido, además estos indolentes le hicieron adquirir uniformes que está pagando todavía y que no sirvieron para nada. Como era de suponerse tomamos acciones y acudimos a denunciar en el Ministerio de lo Laboral sin que hasta el momento haya algún tipo de solución ante esta mala acción de estos extranjeros acostumbrados a realizar lo mismo sin que nadie haga nada para impedirlo.
Un llamado a las autoridades para que tomen cartas en el asunto y hagan cumplir la ley a todos por igual.