Oímos decir, que el tema de los Derechos Humanos, no es ni debería ser de nuestra preocupación e incumbencia, sino de los políticos. Y, eso no es así, sino que debería ser del interés de todos; puesto que tiene relación con nuestra vida.
Por tanto escuchar varios de esos conceptos en las noticias, en la radio, etc., creo que han ido perdiendo su verdadero significado. El Art. 1 de la Declaración de los Derechos Humanos, dice: “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y en derechos”. Pero, este derecho, no es otorgado por el Estado ni algo por el estilo, sino que, simple y llanamente, se lo debe reconocer en forma expresa. Nadie otorga la Libertad, ni la dignidad humana; éstas son inherentes a la persona. Los Derechos Humanos existen antes que las leyes, las cuales las dispone y elabora el hombre en virtud de su dignidad de persona. En caso de que esos derechos se los desconozcan, se dice que se comete injusticia u opresión. Dichos derechos, se declaran, se reconocen, pero de ninguna manera se conceden; conforme suelen hacer los presidentes autoritarios, y por lo mismo, abusivos, como malhadadamente lo fue el de la década pasada.