Vemos miles de ecuatorianos acogidos en campamentos, hogares y sitios.
me pregunto, no sé si ustedes lo han hecho, la mayoría de ellos perdió lo muy poco, poquísimo que tenían. Ya eran damnificados de un sistema , de un olvido permanente de los gobiernos.
Algunos han perdido más, los que emprendieron en negocios diferentes, de turismo, por ejemplo, con préstamos y deudas.
A todos ellos les servirá, momentáneamente, lo que los ecuatorianos, desde el más pobre, los gobiernos y pueblos amigos les han hecho llegar. Pero esos son pañitos de agua fría.
El remedio debe venir de cambios profundos, con personas de indudable capacidad y honradez, que no actúen con directrices de partido o de gobierno. Organizaciones de la sociedad civil que manejen los fondos enviados como donaciones o préstamos de diferentes sitios de este planeta, con absoluta honradez y transparencia.
Hay que reconstruir, pero con criterios técnicos, con visión de futuro, con planificación. Hay que incentivar la creación de fuentes de trabajo y de empresas con incentivos fiscales a largo plazo, para que todos los damnificados dejen de serlo de una vez por todas. Vemos familias , mujeres muy jóvenes con muchos hijos, ¿no será necesario educarles para que entiendan lo que se llama paternidad responsable?
¡Hay tanto por hacer! Esperemos que quienes están en el gobierno no crean que el dinero que llega es para pagar sueldos, suplir la falta de recursos con dineros que no les pertenece.