Comparar una escuela del milenio con un disco pare o con un semáforo, resulta risible. Pero, como quién hizo la comparación fue nada menos que el Presidente , a los del estado llano no nos queda otra opción que aceptar su criterio como verdad absoluta.
También dijo el Presidente que es imposible e asegurar todos los bienes públicos y que lo que ha hecho el régimen es priorizar qué bienes asegurar. Para hacerlo deben ser bienes productivos. Las escuelas del milenio no han sido aseguradas porque no son bienes productivos como sí lo son, por ejemplo, las hidroeléctricas. Qué contradicción tan palmaria: por una parte afirman que las escuelas del milenio son la obra magna de la Revolución Ciudadana porque que en ellas se está formando y preparando a las nuevas generaciones. Si es que ese no es un bien productivo, no sé qué otro calificativo se le puede dar. Lo mismo pasa con las carreteras de las que se ufanan tanto: de no ser por ellas, el país seguiría viviendo en el pasado, en el retraso y en el subdesarrollo. Si es que las carreteras no son bienes productivos, no sé qué calificativo se les puede dar. Surgen interrogantes: Al estar el país en una zona de alto riesgo sísmico, ¿no habría sido preferible curarse en salud y asegurar las escuelas del milenio? Según se sabe, la escuela afectada en Pedernales le costó al Estado alrededor de USD 4.5 millones. La póliza contra todo riesgo, incluidos los terremotos, tendría un costo de USD 8000 anuales, no 80 000 como afirma el ministro. No es lo mismo 2% sobre el valor asegurado que 2 por mil que es la tasa que fijan las aseguradoras para esa clase de riesgos. ¿No habría sido mejor gastar 8 mil dólares que 4.5 millones que es lo que costará reconstruir la escuela?