El ex vicepresidente Glas ha sido sancionado por los jueces que fueron nominados en el gobierno anterior, mediante procesos de selección que en su mayoría fueron cuestionados. Sin embargo, esos mismos magistrados, luego de haberle garantizado estrictamente las normas del debido proceso y haberse el juicio en su contra sustanciado en casi todas las instancias procesales de acuerdo con la normatividad jurídica, le permitieron presentar el recurso de apelación de la sentencia el cual fue rechazado y por consiguiente fue ratificada la misma, por el cometimiento del delito de asociación ilícita, infracción penal que fue demostrada y probada tanto por la Fiscalía, como por los referidos jueces, quedando pendiente un último recurso que se denomina de casación, el cual será rechazado, en razón de que no existe ninguna violación jurídica en al elaborarse y expedirse la sentencia .
Recién la ciudadanía observó sorprendida e indignada, como algunos seguidores del ex presidente Correa, en que se identificó a varios asambleístas celebraron el cumpleaños en la cárcel N° 4 en que está recluido, con cánticos y consignas eufóricas en un ambiente festivo, a quien cumple una condena por un repudiable delito, estas personas cuyo fanatismo parece que les turba la razón, dan un pésimo ejemplo a nuestra niñez y juventud.
El gobierno del presidente Moreno, por medio del Ministerio del Interior, debe disponer el inmediato traslado del señor Glas a una cárcel o penitenciaria común y así deje de beneficiarse de ciertas prerrogativas discriminatorias, al guardar prisión en un centro de mínima seguridad, en detrimento de las demás personas privadas de su libertad.
El libertador Simón Bolívar, hace más de dos siglos proféticamente expreso: “la corrupción de los pueblos nace de la indulgencia de los tribunales y de la impunidad de los delitos”.