No estoy de acuerdo con la carta del señor Gallardo (EL COMERCIO, 9 de mayo 2012). Todos sabemos que el ciclista en términos de movilidad es el menos protegido en el Ecuador: falta de espacio en vías y parques, intolerancia de los conductores especialmente del transporte público quienes se lanzan con sus unidades a pocos centímetros del ciclista con la intención de amedrentarle para que no se le ocurra ocupar nuevamente los espacios de los que ellos se creen dueños absolutos sin considerar que están “compitiendo” con una máquina de unas 20 toneladas contra un ciclista peso pluma.
Tanto la ciclovía como los pocos espacios destinados al ciclista en parques son ocupados por caminantes que en muchos casos van tomados de las manos con niños, mascotas, triciclos, ocupando casi todo el espacio destinado a las bicicletas. Nunca he visto a un ciclista actuando de la forma que manifiesta el Sr. Gallardo. Creo que él confundió el término “motociclista” con “ciclista” en cuyo caso concuerdo con él, es más considero que el motociclista es quien más infracciones comete ya que la Ley de Tránsito le exige que conduzca siguiendo la fila vehicular por ser el suyo un transporte motorizado.
Se necesita de nuestra gente respeto, educación, tolerancia e inclusive un poco de inteligencia y sentido común para evitar que se produzcan más accidentes lamentables.