Se precisa techar todo el Estadio Olímpico Atahualpa. En un estadio privado se justifica diferenciaciones por cubierta, servicios, locación, pero no en el Olímpico, regentado por la CDP (Concentración Deportiva de Pichincha) que cumple gran tarea en el fomento del deporte.
Gastos evitados en atenciones en salud y deseconomías derivadas de gastos imprevistos justificarían esta inversión. Por el ‘Efecto Pigmalión’, ya con la cubierta completa, la ‘etiqueta’ de cada asistente sería de persona satisfecha, con procesos civilizados, donde, al llover, no tenga que atropellarse para buscar un poncho, o discutir con alguien de seguridad en las puertas. Como fuéramos testigos en por lo menos una ocasión en un reciente concierto privado a una señora que buscaba salir a comprar un paraguas y ropa para cambiar a su pequeño hijo aquejado por la pertinaz lluvia le dijeron: ‘si usted sale ya no puede volver a entrar’.
Además de buscar recursos para la cubierta, debe corregirse este proceso en seguridad en todo tipo de evento en este escenario.