En estos días se ve al expresidente hacer campaña por el no en la consulta, y como era de esperarse, en la mayoría de ciudades lo reciben a pedradas y huevazos. Él denuncia estos hechos y se indigna por las agresiones, haciendo hincapié que en su gobierno no se daban este tipo de actos y que primaba la tolerancia.
Yo no sé qué piensa el expresidente de los ecuatorianos, pensará que no tenemos memoria, pensará que controla nuestras mentes, o que somos unos ignorantes a los que puede manipular a placer con su discurso. Si mal no recuerdo en su década en el poder, no perdió oportunidad para insultar y agredir si alguien osaba en contradecirlo, peor aún si se denunciaban actos de corrupción; ¿No le retó a puños al ex asambleísta Andrés Páez luego de que éste denunció la compra de los helicópteros Dhruv? Fueron incontables las ocasiones que tanto la opinión nacional como internacional mostraban su preocupación por la intolerancia y el sometimiento por parte de su gobierno, y el mejor ejemplo de esta práctica fue el 30-S, cuando ciudadanos inocentes perdieron sus vidas. No comparto la violencia bajo ningún concepto, pero toda acción tiene una reacción y si siembras tormentas, definitivamente cosecharás tempestades.