Cuando la emergencia 911 recibe una llamada se limita a enviar la ambulancia; al chofer corresponde encontrar la clínica. Así me lo confirmaron cuando llamé para quejarme de lo ocurrido con un turista. Al amanecer del 2 de agosto enfermó repentinamente con vómito de sangre. La ambulancia que llegó a las dos y media, lo llevó por toda la ciudad, clínica tras clínica, rechazado en todas por “falta de cupo”, aunque tenía seguro de salud, que según manifestó el chofer de la ambulancia era lo primero que pedían.
Por fin a las cinco de la mañana dieron con la Clínica Americana Adventista de la 10 de Agosto, donde recibió atención, después de dos horas y media de angustia de su esposa y de su madre, demora que le hubiera podido costar la vida.
Sugiero que el servicio de emergencias tenga un software, que le permita verificar de inmediato dónde haya cupo disponible, como se hace en parqueaderos donde una luz verde identifica los espacios vacíos.