La crisis a la que me he referido con años de anticipación, es ahora generalizada, con endeudamiento del sector público en ascenso y presupuesto creciente, sin perspectivas de continuación de la bonanza económica, basada en riquezas naturales y alto precio del petróleo, ni de poder servir esa deuda ni mantener o incrementar los presupuestos. El Gobierno ya da señales de crisis: eliminación de subsidios, incremento de impuestos y de la deuda interna y externa, además de la finalización de la iniciativa Yasuní, para dar paso a la explotación de los últimos recursos petroleros todavía no comprometidos como garantía de préstamos en ventas a futuro. En Junio 2012 el presidente decía que la economía estaría en problemas sólo si el precio del petróleo estuviese por debajo de $54. Sin embargo, con el precio al doble ($107.46) da muestras de estar en crisis, a tal punto que él mismo ha dicho que si no encontramos más petróleo el país puede colapsar.