Dos de las mayores falacias, históricamente repetidas por los socialistas (autoritarios o democráticos), son decir que las recesiones obedecen: a falta de liquidez monetaria o a sobreproducción.
Las crisis son siempre y en todas partes, culpa del intervencionismo gubernamental en la Economía, traducido en desahorro público (ahorro negativo del gobierno central) o déficit fiscal (más gasto público frente a los ingresos), como consecuencia de entrometerse compulsivamente en los mercados de bienes, trabajo y consumo inter-temporal (tiempo), porque precios, salarios y tasa de interés, respectivamente, reflejan las preferencias de la gente, son el resultado del conocimiento disperso natural o espontáneo en la sociedad (como diría el gran economista austriaco Friedrich Hayek), y no dependen de la planificación central de ningún burócrata, que por más inteligente que crea ser, es imposible que conozca los gustos particulares de cada uno de los agentes económicos que participan en el mercado.
En el Ecuador actual, estamos en la fase recesiva del ciclo económico, o sea, han caído la producción y el empleo; entonces para recuperarnos, debemos seguir una política de economía liberal capitalista: bajando gasto público, impuestos y niveles de endeudamiento ¡Basta de tanta fracasada política socialista o intervencionista!
Tal como lo señalo en mi nuevo libro: Tratado de Macroeconomía y Economía Internacional.