El comportamiento civil de ciertos miembros de la institución policial, merece una investigación profunda que debería realizar oportunamente la Dirección General de Talento Humano a cada uno de los uniformados.
Aseveración que la formulo por cuanto un miembro de la Policía Nacional en el grado de sargento registra en el Satje del Consejo de la Judicatura once procesos judiciales de los cuales siete corresponden a cobro letras de cambio, sin que responda a ninguno de ellos. Actos como los descritos se los califica como corrupción, surgiendo muchas incógnitas como las siguientes: ¿Se realizó las pruebas de confianza el mencionado servidor policial?, ¿Qué confianza se puede tener en un servidor policial que denigra el uniforme y la institución?; ¿Su comportamiento civil, es adecuado?; ¿La falta de cumplimiento de sus obligaciones como ciudadano, acaso no es corrupción?
Corresponde al Ministerio de Gobierno y a los mandos policiales corregir estos comportamientos antijurídicos, entregando a la sociedad uniformados formados con ética, sin pasado judicial, confiables, que aseguren respeto y seguridad a los ciudadanos y a los bienes sociales.