La carta pública que enviaran distinguidos personajes buscando unir a la oposición para definir un candidato único que se enfrente a Correa revela dos cosas importantes: desesperanza y miopía, por los siguientes aspectos. Dentro de los destinatarios hay elementos de tienen un enorme ‘rabo de paja’ que son los responsables de haber elegido al actual Presidente, porque fue un voto de rechazo a una clase política corrupta y descarada; y, además, hay una diferencia ideológica abismal, que resulta imposible que se puedan juntar a menos que tengan intenciones ocultas o busquen pescar a río revuelto. La única estrategia válida consiste en dejar que la izquierda corra aparte con su candidato, por razones obvias y que el grupo opositor restante lance su campaña, sin el protagonismo de los ‘dueños de la partidocracia’, que tienen un rechazo total dentro de toda la población, y entonces sí buscar un candidato que hasta la fecha no hay. En este momento, la única persona que tiene la capacidad y el carisma para derrotar a Rafael se llama… Fabricio. Increíble, pero cierto.