Los únicos momentos de paz que vive últimamente el país es cuando el Presidente se va de vacaciones. Todo está en relativa calma mientras dura su ausencia. El Vicepresidente hizo bien en hablar el sábado en lugar de Correa y es que los dos tienen temperamentos tan distintos que se parecen a las parejas “disparejas” en su forma de hablar y de actuar. ¿Por qué no se delega al Vice para que hable siempre a nombre del Presi? Se le haría un gran favor a la democracia, a jóvenes y niños y a políticos que están aprendiendo a hablar sin respeto, con prepotencia y causando más división entre ricos y pobres. Solo un milagro hará que regrese el Presidente de Bélgica mesurado, dispuesto a la reconciliación que el Ecuador pide a gritos.