La vida y desarrollo de las ciudades se manifiesta en las características que imprimen sus residentes, entre las que se encuentran, crecimiento demográfico, capacidad adquisitiva, costumbres, actividades, etc. El análisis y seguimiento de estos factores ayudan en la planificación, organización, desarrollo, movilidad y servicios que sus habitantes necesitan.
La atención y obras permanentes en base a estos seguimientos, permiten potencializar las obras necesarias que dan holgura y espacio a las actividades de sus residentes. En este punto, las medidas administrativas como los contraflujos y el pico y placa, no son sino desfaces de las obras que no crecieron acorde con la dinamia de la ciudad.