No he venido a inventar el agua tibia sino a hacer hincapié en un tema que debe ser de real preocupación para nuestra sociedad, si es que esta tiene como auténtico fin progresar poniendo en armonía sus sentimientos por el país y su voluntad de contribuir a este haciendo efectivo Su derecho a votar, que hoy por hoy es obligatorio.
Los casos de corrupción que se han arrastrado y desbordado del gobierno anterior, ponen en evidencia el mal de una sociedad a la que se le impone votar y es más susceptible a dejarse llevar o dirigir por los viciosos de las tendencias populistas y los demagogos, que solo son efectivos ante las masas que adquieren espíritu de cuerpo por el mal uso de emociones y sentimientos.
Mí propuesta para la necesaria consulta propuesta por Lenín Moreno es: ¿Cree que el derecho a elegir debe ser voluntario y no obligatorio como lo ha sido desde 1945?
Esta pregunta en concreto puede quizás significar el inicio de un verdadero e histórico cambio de rumbo en el Ecuador, por como el voto voluntario limitará al populismo de todas las tendencias y convertirá el “Derecho al Sufragio” en una responsabilidad para con el país más no en una obligación que se reduce luego a ser un requisito más del trabado sistema burocrático del sector público ecuatoriano.