Está ganando espacio entre los constitucionalistas y la gente de opinión pública la idea de que se vuelva a poner en vigencia la Constitución de 1998 –que a mi juicio es la mejor escrita de las veinte que ha tenido el Ecuador-.
Por el poco espacio cedido para las Cartas a la Dirección del Diario no me extenderé en señalar la serie de inconstitucionalidades e irregularidades cometidas por el Régimen de la revolución ciudadana y la Asamblea Constituyente de Montecristi en la redacción y aprobación de La Constitución de 2008. Lo que quiero señalar es que está Constitución se ha convertido en serio obstáculo de orden jurídico para la buena marcha de las instituciones democráticas del país. Es una Constitución cargada de contradicciones, redundante y mal escrita, calificada por algunos constitucionalistas como mamotreto y que por todo ello se la debería derogar.
Esto se lo están pidiendo al presidente Guillermo Lasso que en vez de estar parchando con reformas parciales a la Constitución de 2008 se la derogue poniendo en vigencia la de 1998. El mecanismo legal de cómo hacerlo ya lo dirán los constitucionalistas que probablemente sea a través de un referéndum.