Es 14 de julio, día de Francia. En la Alianza francesa de Quito se ha despachado un excelente buffet, donde han sido invitados ciudadanos franceses y amigos de la república gala.
El discurso del embajador saluda a la conmemoración de un aniversario en la pujanza y el comprometimiento francés de su pueblo con el bienestar, la paz y el desarrollo, saluda a su gente trabajadora y gloriosa y también al pueblo del Ecuador por los lazos de amistad, cooperación y desarrollo que siempre han existido entre estas dos naciones y que se evidencia en los múltiples proyectos confiados a Francia.
Un ambiente de alegría y fraternidad se respiraba en el recinto, el humor francés no se dejaba esperar, una bella música de fondo animaba la reunión. Se vivía un ambiente de fiesta.
Llegamos a casa y al rato sabíamos de la noticia que en la noche del 14 de julio del 2016, en Niza, mientras la gente salía a disfrutar de los juegos pirotécnicos antes del baile, un camión blanco, grande, lleno de armas con un tipo loco apegado al volante, gritando arremetía contra los transeúntes, resultado 80 muertos y más de 130 heridos, finalmente el monstruo fanático había caído.
Un grupo islámico se responsabilizaba de la barbarie ¿Qué está pasando en el mundo? Nunca podrá haber nación segura ante estos maléficos homicidios. Nubes de odio y locura se ciernen en el ambiente y nos deja consternados, impotentes; los grandes pueblos sufren las consecuencias de los bárbaros de ayer, hoy y siempre, sin embargo no nos queda sino ser seres destinados a días mejores.