No todos están invitados a la Conferencia de las Naciones Unidas
Los efectos ocasionados por el rápido avance del cambio climático podrían retroceder décadas de progreso en la lucha contra el hambre y generar mayor pobreza para el mundo entero. Según un informe realizado por la fundación Save The Children, los niños y niñas nacidos en 2020 sufrirán en promedio, siete veces más olas de calor y casi tres veces más sequías, inundaciones y malas cosechas durante su vida en comparación con sus abuelos.
El riesgo es latente para los niños de países con ingresos bajos y medios, quienes son propensos a padecer enfermedades ocasionadas por el agua contaminada así como sufrir desnutrición y hambre, además sus viviendas corren riesgo de verse afectadas por fenómenos naturales extremos.
Ahora mismo ya estamos viviendo los efectos negativos ocasionados por el cambio climático, en este sentido, el panorama es desalentador y el futuro es incierto para las futuras generaciones. Por lo tanto, se trata de un tema que debe ser abordado por todos los gobiernos del mundo, sin exclusiones, con el fin de aplicar medidas drásticas que nos permitan sobrevivir como humanidad.
Lamentablemente, continuamos siendo testigos de que los intereses políticos son más fuertes que las necesidades de cambio e inclusión.
La 26ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático tendrá lugar en noviembre de este año y debería ser la plataforma para la discusión y adopción de medidas que permitan frenar el calentamiento global, pero no todos los países están invitados; no son admitidos en el debate, por presiones e intereses políticos.
A pesar de su compromiso en lograr importantes reducciones de emisiones de carbono y promover la investigación, desarrollo e inversión en energías renovables así como aplicar políticas para alcanzar la sostenibilidad ambiental, Taiwán no ha sido invitado a la discusión. A pesar de tener experiencias enriquecedoras que compartir con el mundo, Taiwán no ha sido invitado a la discusión porque a China no le conviene. ¿Hasta cuándo se deben imponer las presiones políticas sobre las necesidades mundiales?
Michelle Quintana
Pasión por la patria
En los últimos años del gobierno del Sr. Correa era muy común encontrar en calles y vías letreros que mostraban su imagen con una lectura que pretendía ser un lema: ¡Pasión por la Patria!
Por lo general, un lema es una indicación de la conducta que se debería practicar. Cuando se usa simplemente como un enunciado que no se practica, es un engaño.
El señor Correa y sus huestes, en la práctica, han demostrado que ese enunciado jamás se puede equiparar a un lema.
Si hubiera pasión por la Patria, no se produjeran las contradicciones que se evidencian en declaraciones: el Sr. Muñoz, asambleísta por la agrupación del señor Correa, perora diciendo que el proyecto de Ley de creación de oportunidades tiene cosas buenas, y también cosas malas, pero de sentir pasión por la Patria habría luchado para que se debata en la Asamblea Nacional y se quiten las cosas malas, para dejar que las buenas beneficien al país.
Si tuvieran pasión por la Patria, no justificarían la devolución del proyecto con el argumento que el mismo no trataba un solo tema, cuando en el año 2016, la agrupación del señor Correa aprobó, sin siquiera mosquearse, un proyecto de ley que contemplaba varios aspectos.
Si hubiera una verdadera pasión por la Patria, no se permitiría que miembros de su agrupación pongan en evidencia su desconocimiento proverbial como la asambleísta que propone ir a recabar información sobre los Pandora Papers en la fuente misma: ¿sabe esta señora que los paraísos fiscales existen para tratar con la máxima discreción los movimientos y participaciones de sus clientes, y que muy difícilmente, por no decir jamás, entregarán información a cualquier persona por muy asambleísta que sea?
Tampoco permitirían que aparezca como vocero de su agrupación un asambleísta que critica una convocatoria a consulta popular, con el argumento de que implicaría un gasto significativo para el país, y, a renglón seguido, sin ningún rubor, propone que se vayan a la muerte cruzada, como si esto no implicaría elecciones generales con gasto mucho mayor al que se incurriría en una consulta popular.
Ing. José M. Jalil Haas
El verdadero interés
Luego de una larga espera de cinco meses desde que asumió el nuevo gobierno, de esperar, de anhelar, que fracase su primera promesa de campaña, que fue la vacunación; de anhelar que no exista la ligera y sostenida reactivación de la economía, producto de la apertura de los comercios y una mayor libertad de la movilidad; de anhelar que la economía siguiese en picada, resulta que les llega a los que sabemos la terrible noticia de la recuperación del precio del petróleo, y mas terrible todavía las perspectivas de mejores precios a futuro.
Esto es lo que no lo pueden permitir: la posibilidad de que con mejores precios petroleros y el manejo de una responsable política económica, el Ecuador se levante y se genere ahora sí un verdadero milagro ecuatoriano.
Las ambiciones políticas (que acá en Ecuador normalmente son ambiciones económicas), no pueden permitir que el partido político en ejercicio del poder sea el abanderado de este milagro. ¿La solución? Tumbarlo, sacarlo, descartarlo, para tener la posibilidad de llegar a gobernar y poder meter sus manos limpias en el petróleo de exportación, ya que sus mentes lúcidas les enseñará los movimientos financieros a ejecutar con toda la energía que sus corazones ardientes les provee. En resumen: todo el problema político actual está exacerbado debido al incremento del precio del petróleo.
David Ernesto Ricaurte Vélez
La muerte de un país
Bernardo Stamateas en su libro “Gente Tóxica”, dice: la muerte de un país es la ignorancia, con la ignorancia, es imposible tener democracia, porque no tenemos capacidad de elegir, votan los analfabetos, los presos, que perdieron sus derechos civiles, votan menores de 16 años, que no son responsables ante la Ley.
El Consejo Nacional Electoral no restringe la vigencia de un partido político, donde casi todos sus dirigentes están presos o prófugos, y ahora tienen el honor de ser la mayoría en la Asamblea, treinta asambleístas tienen glosas de Contraloría, y dos o tres, están procesados, por pedir dinero a colaboradores, muy pocos asambleístas, son abogados.
La oposición quiere mantener el subsidio a los combustibles, pero no le dicen al Gobierno, cómo debe obtener el dinero para pagar el subsidio, la propuesta de “libre contratación”, del presidente Lasso la vetan las organizaciones indígenas, que son los que más emigran, los sindicatos se oponen, y no les importa que tres millones de ecuatorianos estén condenados a la informalidad.
El Estado no debe seguir manteniendo empresas que Correa incautó, lo lógico sería que las devuelvan a sus dueños, y si estos no las quieren de vuelta, que permitan que se vendan, hay montones de funcionarios de Correa de libre remoción, que se las han arreglado para hacer carrera administrativa. Si la oposición dice que paguen los ricos, un día los ricos se van a cansar, van a cerrar sus negocios y salir del país, y ya no habrá trabajo para nadie, como lo es en Cuba, Venezuela y Nicaragua.
Los ecuatorianos no podemos permitir que el presidente Lasso fracase, todos votamos para que no regrese el socialismo del siglo XXI; si el presidente Lasso fracasa, la Conaie y Pachakutik, ya no van a tener que ir a quemar Quito, la van a tener más difícil, porque van a tener que caminar unos tres mil kilómetros, a los Estados Unidos, después de enterrar el país.
Juan Orus Guerra