Reciban mis condolencias por la desaparición de los tres colegas periodistas de su diario. Mi solidaridad con las familias y con ustedes.
Junto a la pena se instala la indignación por la forma en que fue tratada esa zona fronteriza desde hace varios años y por el manejo poco profesional de la crisis y la información.
Estoy seguro que aunque el vacío de los tres nunca podrá llenarse, sabrán superar la situación y persistir en su servicio informativo para todos los ciudadanos.