Después del terrible terremoto del sábado 16 de abril, debieron pasar 3 sábados más, para que el columnista de Diario EL COMERCIO, José Ayala Lasso, provocara un ‘tsunami’ de grandes dimensiones, contra las sabatinas, señalando con su pluma incandescente que “desde cuando Correa inauguró su gobierno, la propaganda, presentada bajo el engañoso ropaje de información de labores, fue considerada fundamental por el régimen, como lo enseñara Goebbels, tristemente célebre ministro de propaganda del nazismo”.