Vivir en comunidad
Luis Gonzalo Padilla A.
La modernidad y la globalización, van haciendo del ser humano un ser sin valores. La gente en busca de nuevas oportunidades llega a las grandes ciudades, pero la gran mayoría no respeta las leyes o reglas. Piensan que todavía están en su lugar de origen, donde hacían lo que querían.
Hoy más que nunca se debe planificar campañas de convivencia, que nos permita aprender a respetar el espacio público e individual de los demás. La falta de control hace que esto se vaya agudizando cada día más.
Los habitantes de conjuntos habitacionales, condominios, edificios, etc., tienen que pasar por situaciones desagradables, toda vez que a pesar de existir reglamentos, ciertos miembros no la cumplen. Se tiene que pagar alícuotas o cuotas extras, para cubrir ciertas demandas de esa comunidad. Pero no es así de fácil; es todo un dolor de cabeza.
Las personas que piensan en vivir así, deberían ser claramente informadas que entran en una nueva comunidad, aunque sigan siendo las mismas, pero con otras reglas.
Mientras más preparados somos o tenemos, somos más cerrados. El hecho de ostentar cierto nombramiento, no le da el derecho a pensar que es más que los demás. Se debe pensar que en sus manos tiene una gran responsabilidad, por la confianza depositada en su persona.
La gente de mente estrecha piensa que con las necesidades primarias satisfechas, es suficiente. Siempre va a haber nuevas necesidades, las mismas que van a ser comunes para todos.