En la época correísta se eliminó la obligatoriedad de afiliarse a los colegios de cada especialidad profesional, lo que dejó sin efecto la exigencia de presentar las licencias profesionales, como requisito para ser contratado. Esta falta de control hizo que en los currículos se incluyan, en algunos casos, títulos profesionales falsos, desconociendo el estatus del profesional. La finalidad de los colegios es integrar a profesionales que ejercen una profesión liberal, reconocida o controlada por el Estado.
Entre sus objetivos se encuentran: Procurar el prestigio y perfeccionamiento y defender los derechos de sus afiliados. A su vez, los colegios deben velar por la práctica profesional, ética de sus miembros, contribuyendo al bien social. A nivel internacional, la Organización Mundial de Consejos Interprofesionales puede ayudar al intercambio de experiencias, a mejorar los sistemas de vida de las población, su salud con nuevos descubrimientos, seguridad de viviendas en caso de terremotos u otros accidentes naturales, sistemas adecuados de control y ética para la práctica profesional, mejorando la transparencia y evitando la influencia política, lo que ayudará a encontrar soluciones para los sectores con mayor riesgo de la sociedad.
Sujetos a un código de ética los colegios y gremios deben garantizar que los profesionales cumplan con determinados requisitos técnicos, con el fin de establecer un control de calidad en los trabajos.