EL COMERCIO del 5 y 6 de marzo, presenta las recomendaciones de diferentes sectores productivos y varias universidades, unas son coincidentes y antiguas y otras discrepantes y nuevas.
Entre las coincidentes están: la revisión de la tasa aduanera; de los incentivos a las inversiones; del impuesto a la salida de divisas; del anticipo del impuesto a la renta; y, del arancel de importaciones. Por otra parte: la reducción del tamaño del Estado; del nivel de endeudamiento; y, del déficit fiscal, en un plazo de tres años; las negociaciones comerciales con los EE.UU.; y, la simplificación de trámites.
Entre las nuevas propuestas aparecen: las negociaciones comerciales con la EFTA, Corea del Sur y con la Alianza del Pacífico; la creación de un fondo de ahorro petrolero y la renegociación de sus contratos, inclusive los de las empresas telefónicas; la revisión de gravámenes a las importaciones de CKD para el sector automotor; el establecimiento de precios mínimos para el sector agrícola; la reforma del sistema de jubilación social; la conversión del Bono de Desarrollo Humano en ayuda productiva; y, el direccionamiento de las compras públicas en favor de pequeños productores.
Procede un comentario aparte la reducción del IVA propuesta por el Decano de Economía de la Universidad Espíritu Santo y, contrariamente, el incremento de dicho gravamen y del impuesto a la renta para los “sectores con más ingresos” que plantea el Vicerrector del Instituto de Altos Estudios Nacionales.
Como se ve, todas las insinuaciones son buenas, pero solo corregirían una parte pequeña del problema, si se las considera individualmente, por lo cual es necesario poner atención en los contratiempos generales, más que en los particulares.