Ahora que se vuelve a intentar aprobar la ley de comunicación y que el Prian dice que no la va a apoyar con sus votos, vuelve a salir Carlos Marx Carrasco a amenazar con el cobro de los USD 95 millones de multa a Bananera Noboa. Parecía que el cobro se había olvidado, pero no, estaba solamente esperando la oportunidad, para ser usado como cinturón de papá, para corregir al malcriado que no se alinea con la voluntad del soberano.
Es sorprendente que Álvaro Noboa no tenga un amigo sincero que le haga ver que su condición de hombre de negocios le pone en situación altamente vulnerable para actuar en política en un país como el nuestro donde los políticos de cualquier tendencia no tienen escrúpulos a la hora de actuar para conseguir sus fines.
Al momento existe una mayoría que está de acuerdo en que la justicia pueda ser usada al antojo del gobernante. Es la mayoría que todavía apoya el proceso político actual: es gente que cree que la justicia puede servir para chantajear como en este caso: me invento una multa porque la ley me permite hacer una presunción, y uso esa multa para cuando necesito los votos del dueño del partido político… Álvaro Noboa no tiene realmente un amigo en quién confiar y que le haga notar lo vulnerable que es, aun con todos sus millones.