Cirqueros ambulantes

En días anteriores circulando por la intersección de la avenida Shyris y 6 de Diciembre a la altura del semáforo dirigiéndome al Túnel Guayasamín, me llamó mucho la atención lo insistentes que pueden ser algunos de estos muchachos que hacen malabares en la calle. Estuve observando detenidamente un vehículo que manejaba una señora con una niña de unos 2 años o menos. La pobre señora estaba muy ocupada atendiendo los requerimientos de su hija cuando este hombre que hacía malabares le gritaba de una manera insistente que era una coña, la pobre señora no sabía de qué se trataba; inmediatamente este hombre comenzó a golpear en el vidrio de una manera muy grosera lo que asustó mucho a la pobre niña que empezó a llorar.
Señor Alcalde nadie está en contra de estos cirqueros ambulantes; pero deben tener un poco más de respeto, nadie está en la obligación de colaborarles en forma económica. Lo único que están logrando es atemorizar a los niños y en vez de ser esto una distracción es una ofensa al público. ¡Más respeto por favor…! Si no respetan a los conductores deberían ser obligados a retirarse de ese lugar.

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